La música y la publicidad van de la mano desde el inicio de las emisiones radiofónicas en los años 20 del siglo pasado. Cuando determinadas empresas se dieron cuenta del gran poder que la radio poseía, al llegar cada vez a más y más personas, no dudaron en invertir dinero, creatividad y esfuerzo para que sus productos se anunciaran y llegaran a través de los receptores de radio a muchas personas. Una genial forma de meterte en la casa del potencial cliente y presentarle productos. Así comenzaron a sonar los primeros anuncios en radio. En un primer momento se trataba de locuciones simples, que con el paso del tiempo llegaron a ser verdaderas obras de arte, incluyendo música, actores profesionales, efectos de sonido y un sinfín de elementos que hacían de la cuña radiofónica el modo de marketing directo más importante de la época.
La efectividad del anuncio de radio acompañado de música, no tardó en hacerse patente. Utilizar músicas sugerentes, hacía que los radio oyentes atendieran mucho más a la cuña, incluso se les quedara en la cabeza… o asociaran la música a una determinada marca, favoreciendo su compra y consumo.
La España de la década de 1940, conoció bien este fenómeno. Los que tienen una determinada edad, recuerdan aún a aquel negrito del África tropical. Una canción original que la empresa fabricante de una conocida marca de cacao en polvo, comenzó a emitir en la radio española (y que posteriormente dio el salto a televisión), es posiblemente uno de los ejemplo más famosos de lo que la música y la publicidad pueden conseguir en el público.
Ya en la década de los 60, con la televisión formando parte de las familias españolas y con la fiebre pop en plena efervescencia, fueron muchos los artistas que prestaron su música y voz a campañas publicitarias de muchísimo éxito. Carmen Sevilla interpretando a una flamenca ye-yé anunciando televisores e incluso jabones, forman parte también del imaginario popular de los que vivieron esa época y que sobra decir que convirtió en éxitos de ventas los productos anunciados.
Ya en los 80, la alianza de música y publicidad conoció quizás su época más exitosa. En plena explosión de grupos musicales de pop y rock nacional, era muy habitual ver asomarse a las pantallas, todo tipo de productos que incluían una canción popular, convenientemente modificada en su letra para los fines comerciales de la marca en cuestión.
Hoy, en plena época virtual y digital, y en que los estudios están muy de moda, este hecho no escapa a su correspondiente análisis. Un estudio Nielsen Entertainment, ha demostrado que la publicidad con música es más efectiva. Pero eso ya lo sabíamos ¿verdad? Lo sabemos cuando en algún momento del día sorprendemos tarareando el jingle de un supermercado, o silbando esa pegadiza canción de un anuncio que hemos visto en televisión.
En Motiva conocemos la importancia de la música como elemento transformador, que es capaz de activar en nuestro cerebro esa chispa especial. Tanto para ambientar negocios, como para utilizarla convenientemente en una campaña de publicidad.
- ¡Larga vida al rock! - 12 julio, 2023
- Tu mejor melodía se llama personalización - 15 marzo, 2023
- Día Internacional del Flamenco - 15 noviembre, 2022