Música para despejar la mente: el New Age

La llegada del verano conlleva normalmente el inicio del periodo vacacional para la gran mayoría de la población. Es tiempo de descansar, física y mentalmente, y desconectar de la rutina y el estrés laboral.

Ya hemos visto y hablado en numerosas ocasiones de los beneficios que la música ejerce en nuestras vidas. Entre estos beneficios queremos destacar el alto poder que ejerce en nuestra mente. Diferentes estudios científicos avalan que escuchar música puede modificar nuestros niveles hormonales de dopamina (responsable entre otras de nuestras sensaciones de placer), serotonina (responsable de nuestro estado de ánimo), y adrenalina (hormona que se libera en nuestro organismo para regular nuestro estado de alteración o estrés). En función del tipo de música, estas hormonas actúan de una forma u otra.

En el caso de querer reducir nuestro nivel de adrenalina, y equilibrar nuestros niveles de serotonina y dopamina, lo aconsejable es escuchar música que nos ayude a relajar nuestro organismo, y a calmar nuestra mente.

Hemos hablado otras veces de que cada persona puede tener un gusto o preferencia musical distinta a los demás, y lo que a uno le puede resultar relajante o placentero, a otras personas puede parecerles algo excitante o molesto. Sabemos que la música puede llegar a ser algo subjetivo. Pero hay una serie de parámetros para catalogar una música concreta como relajante, o excitante:

♦  BPM Bajo: beats por minuto. Indica la cantidad de pulsos que se reproducen por minuto. Cuanto menor sea este valor, la música se ejecuta con mayor lentitud, llevando pues un ritmo más tranquilo y pausado.

♦  Pocos contrastes y cambios en la instrumentalización: si se utilizan mucha variedad de instrumentos musicales, resulta complicado alcanzar la armonía, con lo que se aconseja utilizar uno o dos únicos instrumentos musicales, y con registros bajos. Melodías con ritmos a nivel de frecuencia superiores en su media a los 2 Khz no suelen resultar relajantes.

♦  Estructura reconocible y repeticiones rítmicas: si se busca la relajación, la música no debe tener demasiada variedad a nivel melódico. Si posee demasiados cambios de ritmo, el cerebro se activa más, con lo que no se consigue el efecto relajante. Si la melodía tiene una estructura musical marcada y repetida, dando la sensación de prever incluso la siguiente melodía, hace que el cerebro baje su actividad.

Dentro de los géneros musicales más recurrentes para buscar ese estado de relajación, podemos encontrar entre otros la música clásica instrumental, el Jazz, los sonidos de la naturaleza (sonidos del agua, canto de aves, sonidos del viento,..), y el New Age.

El término New Age hace referencia a una corriente de prácticas pseudocientíficas, y relacionadas con creencias religiosas, alternativas, apoyadas en la astrología, mediante la denominada Era de Acuario, que tiene su punto de partida a mediados del siglo XX.

A nivel musical hace referencia al género musical creado por diferentes estilos cuyo objetivo es crear inspiración artística, relajación y optimismo. Suele ser utilizada sobre todo en la práctica de yoga, masaje, meditación, o reiki.

Dentro del mundo musical New Age, tienen como artistas más celebres y reconocibles a la irlandesa Enya (con su Orinoco Flow, entre otros), los alemanes Enigma (con su Return To Innocence), el británico Mike Oldfield (con su archiconocido Tubullar Bells), o el asturiano Hevia (con su mítico Busindre Reel).

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Este verano, a descansar y relajarse con la mejor música.