La voz: el instrumento inimitable

Te quedará, la voz, la voz.

Para cantar, la voz, la voz…

El grupo indie granadino Niños Mutantes, le cantaba a la voz en su disco Las noches de insomnio. No importa si todo va mal… siempre nos queda la voz para cantar, gritar y expresarnos.

Y es que la voz es un instrumento muy importante.

Si pensamos en música nos vienen a la mente decenas de instrumentos; guitarras, pianos, percusión… pero la voz es posiblemente uno de los instrumentos naturales más completos.

Es verdad que el piano por ejemplo, proporciona una polifonía (hasta 10 notas a la vez interpretadas por una sola persona) que es imposible superar… pero los registros de la voz humana son casi infinitos.

A lo largo de los años, se han clasificado los distintos tipos de voz existentes, para poder trabajar y potenciar las cualidades vocales de cada cantante.

Esto es muy importante; un cantante debe saber en qué registro vocal se sitúa, para poder trabajar y sobre todo, no forzar y dañar su instrumento natural, que ya de por sí va a variar en sonido con el paso del tiempo irremediablemente. Los fans del grupo punk neoyorkino por excelencia Ramones, saben de sobra que su cantante Joey Ramone, sufrió un cambio de voz absolutamente radical si escuchamos el primero de sus discos (del año 1976) y el último (del año 1996).

20 años hicieron que su voz se convirtiera en grave y, ¡prácticamente fuese la de otra persona!

Las voces femeninas se clasifican en:

– Soprano; la voz femenina más aguda. Piensa en la obra de la Reina de la noche de La Flauta Mágica y sabrás de lo que hablamos. Voces que requieren de entrenamiento para no forzar la garganta y de muchos cuidados para alargar esta tesitura en el tiempo.

– Mezzosoprano; Un poco menos aguda que la soprano y que se mueve en tonalidades medias, sin llegar a ser muy graves o muy agudas.

– Contralto; la voz femenina grave por excelencia, con una tesitura amplia dentro de esta categoría. Además es una de las voces más difíciles de encontrar, ya que solo el 2% de las mujeres la poseen.

En las voces masculinas obtenemos la siguiente clasificación:

– Contratenor; la voz aguda masculina por excelencia. Voz proyectada desde la zona alta del cuerpo y que se ayuda en la mayoría de las veces del falsete, técnica vocal que consigue impostar una voz muy aguda, dependiendo de movimientos concretos en las cuerdas vocales.

– Tenor; la tesitura más habitual en los hombres cantantes. Quien cante o haya cantado alguna vez en un grupo coral, lo sabe; la fila de tenores siempre es la más poblada. Tanto es así, que en ópera o incluso canción ligera, hay gran abundancia de cantantes tenores, muchos de ellos de gran popularidad como Plácido Domingo.

– Barítono; también una tonalidad muy común en los hombres cantantes, pero con unos agudos más viriles que los del tenor.

– Bajo; curiosamente los más escasos entre las voces masculinas y los más demandados en los grupos corales. Conseguir una voz de gravedad y con naturalidad es algo que casi no se puede impostar, así que son voces muy cotizadas.

Y tú, ¿qué tipo de voz tienes?

Con esta clasificación en la mano, para saber en qué rango vocal nos movemos, hemos de investigar la amplitud vocal que poseemos.

Hay aplicaciones para móviles en el mercado que nos lo ponen muy fácil. De esta manera y sin forzar, debemos buscar cual es la tonalidad más aguda y más grave que podemos emitir.

Esta es la prueba más común que se le practica a aquella persona que quiere entrar a formar parte de una coral. Delante del piano, la directora irá tocando escalas musicales que el intérprete debe cantar y ésta valorará qué tipo de voz tiene y por ende, dónde colocará a esta persona en la coral. Las partituras son diferentes para cada grupo.

Pero la voz no se mantiene sola. Es necesario cuidarla para obtener los mejores resultados. Bebiendo abundante agua durante el día, no forzando la voz en lugares ruidosos, respirando correctamente (los ejercicios de respiración son fundamentales en las clases de canto) y sobre todo un buen descanso.

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