Como cada año, el 01 de mayo, hemos celebrado el día internacional del trabajador. El origen de esta celebración data del año 1886, en homenaje a los Mártires de Chicago, que reivindicaron la reducción de la jornada de trabajo vigente por aquel entonces, que habitualmente era de entre 12 y 16 horas, a la jornada de 8 horas que tenemos vigente a día de hoy.
Está demostrado que el rendimiento laboral no depende de la cantidad de horas que se dediquen, sino a la calidad del trabajo desarrollado en cada hora de trabajo. Hay una serie de factores a tener en cuenta para mejorar esa calidad de trabajo, y una serie de consejos que pueden mejorar esa calidad laboral:
– Actitud positiva y entusiasmo: la motivación es uno de los factores más importantes de cara a la consecución de una tarea y de afrontar de forma favorable el trabajo. Sonríe en tu día a día y mantén estado de ánimo tranquilo y positivo de cara a tus compañeros, sobre todo si estas de cara al público.
– Establece metas a corto y largo plazo: lo ideal es proponerte objetivos diarios que sean perfectamente asumibles, ya que si logras alcanzarlos en tu día a día, será más sencillo lograr los establecidos a largo plazo, ya que aumenta la motivación.
– Realiza cortos periodos de descanso: es mejor realizar varios descansos breves, que te ayuden a tomar un poco de aire y despejar la mente, a realizar un único descanso largo, que te hará desconectar en exceso, y posteriormente se hará mas difícil retomar las tareas laborales.
– Mantener una buena relación y comunicación con tus compañeros de trabajo es muy importante. La convivencia dentro del entorno laboral es esencial, ya que facilita la colaboración entre compañeros, de cara a superar tareas que sean más complejas. Aunque no hay que abusar de esta socialización.
– Es importante llevar una vida sana, y dormir bien. Si queremos que nuestro cerebro rinda bien, es importante descansar y mantener una alimentación sana y equilibrada. La práctica de algún deporte fuera del trabajo ayuda a mantener un cuerpo y mente sanos, lo que luego influye en el trabajo diario.
– La música es una poderosa herramienta para mejorar la productividad y mejorar la calidad del trabajo. Influye en nuestros aspectos físicos, emocionales y psicológicos. La variedad musical actual es muy amplia, por ello es fundamental elegir el estilo musical que mejor se adapte a tu actividad laboral, dependiendo de si ésta implica o no un movimiento físico.
Si tu trabajo implica actividad de movimiento, o si estas de pie todo el día, lo ideal es escuchar música rock, y música rítmica.
Si por el contrario, tu actividad laboral implica la atención de cara al público, bien sea sentado o de pie, no es tan aconsejable la música excesivamente rítmica. Lo aconsejable es la música pop, los oldies, incluso la música ambiental, y a un nivel de sonido bajo.
Para trabajos que precisan de mayor estado de concentración, y que requieren de aumentar el estado de creatividad, lo ideal es la música clásica, el jazz, la música ambiental, todas ellas en instrumental, para no distraer en exceso.
Por todo esto, desde Motiva te aconsejamos que sigas estos consejos de cara a mejorar la calidad y el ambiente laboral. Y si es con música, mucho mejor.
Te ofrecemos la posibilidad de tu propio hilo musical personalizado, adaptado a tu actividad laboral, que a buen seguro potenciara tus resultados, y mejorara el clima en el entorno laboral de tu negocio o empresa.
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