Eurovisión y otros Festivales de la Canción: motiva la difusión

Hace pocos días se celebró el prestigioso festival de Eurovisión, en el que se alzó con el micrófono de Cristal la representante de Israel, Netta con su divertida canción «Toy».

Desde sus inicios, allá por el año 1956 han sido muchos los artistas que se han dado a conocer a través de este Festival, y que a posteriori han triunfado dentro del panorama musical.

Grandes artistas de la canción romántica como los italianos Domenico Modugno, Umberto Tozzi, Franco Battiato, Albano y Romina Power, o Gigliola Cinquetti (ganadora del certamen en el año 1964), representantes de Gran Bretaña como Olivia Newton John, The Shadows, o Cliff Richard, o artistas españoles de fama mundial como Julio Iglesias, Raphael (nos representó en dos ocasiones), Sergio Dalma, el dúo Amaia y Alfred que nos ha representado este año, o Massiel y Salome, ambas ganadores de los certámenes de los años 1968 (La, La, La) y 1969 (Vivo cantando) respectivamente.

Aunque la mayoría de los ganadores de dicho certamen han sido cantantes de un solo éxito (one-hit wonders), este festival les catapulto al éxito de manera triunfal al menos en sus países de origen.

Dista mucho la evolución musical de los participantes de las primeras ediciones de Eurovisión, en las que primaba sobre todo la calidad musical, y no se apoyaban tanto como en estos últimos años en los que la puesta en escena, el juego de luces e imágenes, y sobre todo la polémica han propiciado el triunfo de canciones con menos calidad respecto a otras participantes.

También ha cambiado el perfil musical de las canciones participantes en estas últimas ediciones. Si en los años 60, 70, y 80 primaban la canción ligera (baladas, y pop suave), estos últimos años han primado los ritmos más rápidos, con toques de rock, música electrónica, y dance.

Aunque ha habido alternancia en los ganadores de las últimas ediciones, con contrastes como la ganadora del 2017 “Amar pelos dois”,  del portugués Salvador Sobral,  de ritmo pausado y con tonos de jazz ligero, que contrastan con la ganadora de 2015, “Heroes” del sueco Mans Zelmerlow, de ritmo pop-dance, o la poderosa melodía rockera de los finlandeses Lordi con su “Hard Rock Hallelujah” (año 2006), o con la canción “Euphoria” de la sueca Loreen (año 2012), que posiblemente sea a dia de hoy, la canción más conocida y reconocida de toda la historia de Eurovisión (con permiso del “Waterloo” de los suecos ABBA (1974).

Aunque el Festival de Eurovisión es el certamen musical con mayor repercusión a nivel mundial (de hecho en los últimos años han tenido cabida países de fuera del continente europeo, como ha sucedido este año con Australia), y ostenta el record Guinnes de la competición musical televisiva más antiguo del mundo, otros certámenes como el Festival de San Remo, que se celebra desde el año 1951 en el país transalpino, el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que se celebra en Chile desde el año 1960, y que es considerado el festival más importante del continente americano, o el Festival OTI de la Canción, que dio cabida a la participación de los principales países iberoamericanos (junto con España y Portugal), y que fue suspendido en el año 2000 debido a los escasos resultados de audiencia obtenidos.

Todos ellos han servido para dar a conocer al mundo las mejoras canciones de cada país.

Podemos pues comprobar lo importante que son los medios de difusión para promocionar a un cantante o grupo musical, y darlos a conocer al mundo.

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