La música es un arte en constante evolución y desarrollo. Desde el Antiguo Egipto y Mesopotamia (allá por el año 5000 a.c. en la que se fecha aproximadamente su origen, teniendo en cuenta que la música se entiende como la creación de sonidos complejos y estructurados) hasta nuestros días, muchos son los cambios en cuanto a estructura, estilo, e instrumentación musical que se han desarrollado en torno al arte de las musas. Desde las primeras arpas y oboes utilizadas en la Antigüedad, hasta los sonidos electrónicos desarrollados a través de potentes ordenadores y sintetizadores que se utilizan en nuestros días muchos han sido los medios e instrumentos musicales los utilizados a lo largo de la historia.
Hace poco hablábamos de la gran diversidad musical en cuanto a estilos, y de que es difícil que a una persona le gusten todos los géneros musicales que existen en nuestros días. Está claro que, en el mundo de la música como dice el refranero, hay tantos gustos como colores.
Podríamos decir que en el mundo de la existe una abundancia de géneros y estilos, similar al concepto que dentro del mundo de las artes pictóricas hace referencia a la abundancia y variedad de colores: el cromatismo.
A diferencia de lo que podemos pensar, el termino cromatismo también aparece definido dentro del arte de la música, y no hace referencia precisamente a la variedad o cantidad de estilos y géneros musicales, sino al uso de notas que no pertenecen a la escala musical sobre la que se basa la composición. En esencia, un tono cromático es aquél producido por la elevación o descenso de un semitono (por ejemplo, de fa a fa sostenido), sobre una de las notas individuales de la escala diatónica básica de siete notas.
Compositores como Richard Wagner, a mitad del siglo XIX rompieron con la escala tradicional, introduciendo en sus composiciones tonos cromáticos, que llevaron a lo largo de los años a romper con la tonalidad musical establecida, y al consecuente enriquecimiento de la escala musical concebida hasta la fecha.
Fue el austriaco Arnold Schönberg el encargado de establecer la denominada escala cromática o dodecafonismo, que rompía con la tonalidad existente, y que curiosamente era pintor, además de compositor. De ahí al uso del término cromatismo, asociado a nivel pictórico a las obras con gran variedad de tonos dentro de un mismo color, en las que el austriaco hacia uso de esta variedad cromática en sus obras (influido sobre todo por grandes artistas como Van Gogh, o Gustav Klimin).
Como vemos, parece que la escala cromática sea algo que particularmente asociemos a composiciones de música clásica. Pero nos surgen varios interrogantes, ¿la escala dodecafónica se utiliza en otros géneros musicales?, ¿qué artistas contemporáneos hacen uso de esta escala dodecafónica en su música?
Pues la respuesta es clara, el cromatismo musical sigue siendo utilizado en la música actual. Géneros como el jazz (Johny Hartman), o en los solos de guitarra de la música heavy (Megadeth), e incluso en el Flamenco (Pepe Habichuela), utiliza acordes dentro en sus piezas basados en la escala dodecafónica.
En Motiva sabemos que dentro de la música hay gustos como distintos tonos de colores existen, por eso te ofrecemos la posibilidad de crear tu propio hilo musical personalizado, adaptado a tus necesidades comerciales.
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