Se dice que la música ya no se escucha sino que se consume. Y en base a esta afirmación característica del S.XXI, se considera que el éxito no depende tanto de gustar como de no molestar.
El hilo musical puede tener dos funciones: una es la de llamar la atención del escuchante erigiéndose protagonista del ambiente que le rodea. Hay negocios en los que esto ocurre y es arriesgado sí, pero cuando funciona, tiene un efecto impresionante.
Pero hay otra función del hilo musical y es la más original (en el sentido más estricto del término), en cuanto a que más se acerca a sus orígenes se refiere. El Muzak es como se le llamaba a la música ambiental que acompañaba a los usuarios de los ascensores de los rascacielos en la norteamérica de principios del siglo XX. Una música que en un volumen lo suficiente alto como para tapar respiraciones o ruidos blancos y lo suficiente bajo como para casi no estar y con un estilo más bien jazz los relajaba casi de forma subliminal durante el trayecto hacia las alturas.
Y un ejemplo actual de este segundo efecto es el cantante de New Jersey Michael Bublé. El tiempo ha convertido a este artista en un verdadero visionario del mercado.
Michael Bublé es para nosotros el contenido perfecto para un hilo musical. Porque permanentemente sentimos que el objetivo de su música es que cada escuchante continúe con su tarea sin alterarse por ella.
Su apuesta por el smooth jazz (estilo predominante en el muzak original) y su voz grave conforman un conjunto muy agradable al oído. Su ritmo y melodías son recibidos por el oído de una forma sencilla y orgánica. De ahí que muchos lo consideren la música «easy listening» por antonomasia.
El proyecto de este artista es el ejemplo perfecto para definir lo que es un hilo musical. Con él, la música dejaba de ser una expresión exclusivamente artística para ejercer un papel de acompañamiento corporativo.
Y es que hay que recordar que, para empezar, la mayoría de sus canciones son versiones de clásicos (aunque tiene grandes composiciones propias) lo cual nos recuerda que en paralelo uno de los «géneros» musicales que se ha puesto más de moda en los últimos años son los covers, versiones de canciones famosas ejecutadas por artistas en su mayoría desconocidos.
Y hay más, a diferencia de otros artistas que pretenden darle un aire nuevo a esos clásicos, Bublé está interesado precisamente en lo contrario, en calcarlo como si de un remake se tratara. Su sonido en conjunto, llega limpio a los oídos y esa es una gran cualidad de su trabajo que lo hace idóneo para tenerlo de fondo mientras realizamos muchas tareas. Y un claro ejemplo de ello es la Navidad. ¡Su exitoso disco «Christmas» es el acompañamiento perfecto mientras montas el árbol! Y los negocios no pueden quedarse ajenos a ello y aprovechar esas virtudes para incorporarlo a su hilo musical.
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