Música y gestión de derechos de autor

Imagina que eres músico. Tienes el don de componer tus propias composiciones y quieres darlas a conocer. Vivimos posiblemente el mejor momento para ser creador musical. Hace años, aquellos con capacidades para componer, cantar o interpretar, dependían de conseguir un padrino que les diera a conocer, un sello discográfico de nivel que publicara sus discos e invirtiera dinero en la radio fórmula para conseguir éxito, sumado al alto costo de estudios de grabación, managers y demás asuntos de la industria discográfica. Hoy, las nuevas tecnologías e internet ponen un mundo de posibilidades en las manos de los creadores.

Es fácil y relativamente barato crear tu propio estudio de grabación en casa. Un ordenador, micrófono y software adecuado es a priori suficiente para registrar tus propias grabaciones en una calidad profesional. Si tienes tus propios instrumentos, basta con conectarlos a la tarjeta de sonido, y si careces de ellos, ¡tampoco es problema! Hay miles de bases de datos de sonidos de todo tipo para crear tu propia banda con orquesta en tu propio PC. Y una vez que tienes material grabado, darte a conocer por internet es lo más fácil del mundo. Diversas webs especializadas en música ofrecen servicios gratuitos para subir tu música a la red, compartirla e incluso venderla.

Pero ¿quién te protege como creador? ¿quién vela por la autoría de tus temas? Otro mundo de posibilidades se abre ante el creador, ¿o pensabas que la SGAE es la única entidad de gestión disponible para ti?

Son muchas y variadas las alternativas que los creadores musicales tienen en sus manos para proteger sus derechos. Las licencias Creative Commons son una forma de poder compartir música en cualquier formato, tanto físico como online, protegiendo la autoría de las composiciones. Un amplio abanico de posibilidades ofrece licencias más abiertas, en las que incluso otras personas pueden realizar obras derivadas de la original, hasta otras que no permiten el uso comercial de los temas. Este tipo de licencias son muy interesantes para darse a conocer, ya que aunque no generan beneficios para el creador, sí protege su obra de forma legal para que nadie pueda robar la autoría de las canciones o pueda utilizarla para fines lucrativos.

Pero ¿y si quieres obtener beneficio de tus creaciones?

Las entidades privadas de gestión de derechos, son las encargadas de proteger la obra musical y además, repartir beneficios derivados de la explotación comercial de las obras entre sus miembros. Lo que poca gente sabe, es que son varias las entidades encargadas de este fin. En estos tiempos en los que compartir tus creaciones está a la orden del día, ha hecho crecer el número de entidades alternativas a las ya existentes. De esta forma, el creador tiene más libertad de elección a la hora de proteger su obra y gestionar los beneficios que ésta pueda llegar a generar. El modus operandi de estas empresas suele ser parecido, aunque con las suficientes diferencias para justificar su existencia. Unos optan por el cobro de un canon a los establecimientos públicos que hagan uso de canciones de sus asociados, otros son un paraíso para aquellos creadores menos conocidos y que quieren que su música se difunda, ya que ceden su obra a la entidad, que luego la ofrecerá a sus clientes consiguiendo dos cosas importantes: dar a conocer la música de estos artistas y generar beneficios para éstos cada vez que suenen públicamente.

Como ves, vivimos en el mundo de la libertad de creación y de las posibilidades diversas para su gestión. En Motiva, trabajamos con distintos catálogos musicales dependientes de distintas entidades de gestión, lo que nos convierte en una opción extraordinaria en pos de la variedad.