La música nos acompaña en innumerables momentos de la vida. Es posiblemente una de las manifestaciones artísticas más estimulantes. Está presente en nuestras vidas desde que somos pequeños. De hecho, es precisamente a edades tempranas cuando la música empieza a utilizarse para fines concretos, por ejemplo a nivel educativo y docente.
La música es utilizada en guarderías y colegios para llamar la atención de los más pequeños, ayudarles a retener en su memoria determinados datos como la tabla de multiplicar o ayudarles a socializar entre ellos e incluso para sustituir al timbre que da por finalizadas las clases.
Es curioso, pero solemos asociar la música a ocio; salidas nocturnas de fin de semana, conciertos, eventos… pero lo increíble de la música es que podemos utilizarla para obtener diferentes fines.
Vivimos tiempos vertiginosos: estudios, trabajo, obligaciones… un sinfín de ajetreos diarios que nos causan estrés y malestares de todo tipo. ¿por qué no utilizar la música para intentar paliar estos efectos de la rutina diaria?
Numerosos estudios arrojan resultados sorprendentes después de experimentar con música relajante, determinando que definitivamente, la música relajante es muy beneficiosa para las personas.
Algo que en occidente vamos descubriendo poco a poco, es una constante en los hábitos meditativos tan comunes en otras culturas. La música que invita a la relajación, utilizada sobre todo emitiendo determinados sonidos con campanas e instrumentos similares a los xilófonos para acompañar los momentos de meditación, son una constante y están tan estudiados que se afinan estos instrumentos para que emitan notas muy concretas, que se sabe que estimulan determinadas partes del cerebro, consiguiendo así que la meditación sea efectiva.
Y aunque acompañar la escucha de música relajante con ejercicios de meditación básicos (como intentar dejar la mente en blanco centrando nuestra atención en la respiración) son la combinación perfecta para conseguir buenos resultados, el sólo hecho de sentarnos a escuchar música relajante tiene la capacidad de calmar nuestro estrés, bajando nuestro ritmo cardíaco y propiciando nuestro bienestar.
No deja de sorprendernos un dato muy curioso: en diversas clínicas médicas, se utiliza la música relajante para calmar el dolor. Y es que su escucha, libera en nuestro organismo determinadas endorfinas que colaboran a que la sensación de dolor desaparezca.
En esta cultura del estrés en la que estamos inmersos deberíamos tomar consciencia de la importancia de la música y utilizarla desde la niñez, no solo con los fines educativos a los que hacíamos referencia al comienzo de este artículo, sino como un método integral de bienestar que colabora maravillosamente en el desarrollo mental y físico de los más pequeños. Los estudios realizados utilizando música relajante y clásica en niños, nos ofrecen ya datos concretos que nos permiten utilizarla de forma profesional.
La música clásica en concreto es capaz de generar beneficios en los más pequeños:
- Favorece la interacción social
- Aumenta la concentración
- Desarrolla la expresión corporal
- Estimula la creatividad
Lo curioso de esto, es que dependiendo de los instrumentos que se escuchen en las composiciones, podemos estimular áreas diferentes. Los instrumentos de cuerda mejoran la concentración y los de percusión desarrollan el aparato locomotor.
En Motiva somos conscientes de la importancia de la música relajante en la vida de las personas. Tenemos una amplia experiencia ambientando espacios destinados al bienestar físico y mental como spas o salas de masajes. ¡Relájate escuchando un rato nuestro catálogo de canales temáticos y por sectores!
- ¡Larga vida al rock! - 12 julio, 2023
- Tu mejor melodía se llama personalización - 15 marzo, 2023
- Día Internacional del Flamenco - 15 noviembre, 2022