El otoño está aquí y las vacaciones han finalizado hasta para aquellos que escogen disfrutarlas durante la primera quincena de septiembre. La mayoría hemos vuelto a nuestros puestos de trabajo, con mayor o menor pesar. Sea como sea, diversos estudios han demostrado que la música en las oficinas aumenta la productividad al mejorar el estado de ánimo e insuflar energía. Uno de ellos se realizó en Canadá y reveló que en las semanas en que los trabajadores escuchaban música, éstos eran un 20% más rápidos. Otro que se llevó a cabo en un banco británico observó que, al escuchar música animada, el rendimiento de los trabajadores era un 12,5% superior que cuando no la escuchaban. Según el estudio “The effect of music listening on work performance” (en castellano, “Los efectos de la música sobre el rendimiento en el trabajo”), de la investigadora Teresa Lesiuk (University of Windsor), que acaba de ser publicado por revista “Psychology of Music” (PDF), escuchar música en el trabajo tiene un impacto positivo sobre el rendimiento de los trabajadores, si se cumplen determinadas condiciones.
Dicho esto, lo primero que hay que tener muy en cuenta es que no cualquier música va a conseguir este objetivo y, de hecho, cualquier música, en cualquier entorno laboral y en cualquier departamento podría generar justo el efecto contrario. Y es que por ejemplo no tiene sentido reproducir música rock en el departamento de atención al cliente ya que ello interferirá de fondo en las llamadas dificultando la comunicación ni en trabajos de riesgo en el que el uso del oído es fundamental.
La edad es otro factor importante. Mientras que para las generaciones más jóvenes la música impacta de forma más positiva, en las mayores esta debe cuidarse más para generar el mismo efecto.
Así pues, es crucial definir la ambientación musical más adecuada para cada ambiente. Es por ejemplo muy común tener música de fondo en entornos laborales «técnicos» en los que los trabajadores se hallan muy concentrados en sus pantallas realizando por ejemplo planos para una obra o un diseño gráfico. Se trata de entornos donde suele haber un silencio en el ambiente.
Cuando uno vuelve de las vacaciones tiende a necesitar unos días para adaptarse, no solo al ambiente laboral sino también a las rutinas del día a día como levantarse más temprano o coger el transporte público. Y la primera recomendación musical ante la vuelta de las vacaciones es escuchar música desde antes de llegar al puesto de trabajo. Por ejemplo, una buena forma de combatir el agobio de un transporte público en hora punta es ponerse unos cascos integrales y ponerse aquella música que más nos gusta evitando a ser posible aquella que sea demasiado rápida de ritmo. En este caso concreto no entramos en géneros musicales porque cada persona es un mundo y tiene sus gustos.
En segundo lugar destacaríamos el tipo de contenido que se va a reproducir. Una vez nos incorporamos al trabajo, el criterio musical debe apelar a emociones y estados de ánimo generales y ahí es donde empresas como Grupo Motiva tienen la capacidad de definir con acierto los contenidos. Porque, aunque la música ambient no sea la favorita de prácticamente nadie en la oficina, es capaz de generar unos estados de ánimo concretos (calma, sosiego, relajación) con independencia de los gustos musicales de cada individuo. Ahí es donde está el arte de crear un hilo musical eficaz.
Además, recomiendo establecer franjas horarias para la música. Como ejemplo a nivel muy general, a primera hora, música tranquila (bossa nova o jazz), a media mañana pop y pop rock. A primera hora de la tarde, mantenemos el pop con toques de electrónica ya que tras el almuerzo, llega la tentación de la siesta y hay que mantener un ritmo adecuado. Y, finalmente, a medida que nos acercamos al final de la jornada de trabajo, más porcentaje electrónica combinada con pop o jazz más animado con subgéneros como el bebop. Todo esto es una propuesta de géneros musicales por franjas horarias pero es importante enfatizar que dependerá mucho de cada empresa y es por ello que es tan necesario un estudio del sector al que pertenece, edad media de los trabajadores y áreas de emisión.
Otra recomendación clave es el volumen. Si antes de entrar en tu empresa y para neutralizar el ruido ambiente es más recomendable un volumen más alto, una vez en tu puesto vas a tener que organizar tu trabajo con tu responsable o con tu equipo y por tanto, tendrás que comunicarte con compañeros de trabajo y, en consecuencia, es más recomendable un volumen moderado-bajo.
Nuestro cuarto consejo es tener un sistema de altavoces bien distribuido para que el sonido se reparta de manera uniforme por todo el espacio de trabajo. Ello evitará que en algunas zonas la música se reproduzca a un nivel inadecuado, ya sea por exceso o por defecto.
Y en quinto lugar, ¡confía en el criterio de una empresa de hilo musical profesional!. En Grupo Motiva tenemos un canal musical específico para oficinas en nuestro catálogo de canales
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